miércoles, 22 de julio de 2015

Nuevo Jefe de Gobierno

Despolitización y Mentiras
Las elecciones del pasado 24 de junio en la Ciudad de Buenos Airesfueron objeto de análisis provenientes, quizás, de la necesidad imperiosa y mediática de hacer una lectura rápida de la información.
Los datos crudos: ganó Mauricio Macri, perdió Daniel Filmus y la diferencia fue de 20 por ciento entre ambos candidatos a jefe de Gobierno.
¿Qué fue lo que obtuvimos del periodismo gráfico, de los medios y de los jefes de prensa del gobierno nacional y del gobierno porteño?
Lo de siempre:
  • Que en realidad perdió Nestor Kirchner porque Filmus era su títere (¿recuerdan cuando decían que Kirchner no era más que la marioneta de Eduardo Duhalde?).
  • Que Macri es el nuevo jefe de la oposición habiendo ganado sólo en la Capital, cuando la disolución de los partidos políticos y de los ideales hace que no exista una sola oposición conglomerada.
  • Que la derrota es de Kirchner, cuando la derrota fue de la Política en general (en mayúscula)
  • Que cuando en la primera vuelta perdió Telerman al obtener el tercer lugar en la votación, muchos hicieron notar que el apoyo de Elisa Carrió no valió para nada. Mientras que Kirchner pretendió apoyar a Filmus minimizando en realidad sus chances de ganar. ¿Cómo queda el niño que va perdiendo una pelea con otro niño cuando su madre o padre tiene que salir a defenderlo? Esto fue advertido por los allegados a Kirchner pero ya era demasiado tarde.
¿Qué se puede decir entonces sin que un análisis suene tendencioso?
En la pregunta está la respuesta. En que no hay tendencias, no hay líneas políticas, no hay soluciones de fondo para la crisis social y económica que aún sobrelleva la ciudad y el país. Es lindo saber que la hiperinflación aún no llegó. Es agradable leer que al país (es decir, a un 3 por ciento del país) le está yendo bárbaro y no para de crecer. Que la distribución de la riqueza no se escucha más. Que el discurso preterista del presidente ya está cansando. Que ya estamos cansados de la dinastía. Que nadie quiere que el país entero se convierta en otro feudo o en otro caso de caudillismo como el que se pretende imponer en las próximas elecciones nacionales. Que la gente se cansó de la política.
¿Y el "que se vayan todos"? Bueno, no se habrán ido, pero al menos se disgregaron. Radicales kirchneristas, peronistas macristas, y demás casos de eclecticismo. ¿Será que la gente está harta de la política? ¿Será que la gente está despolitizada? Esto parece haber sido interpretado por el equipo de Macri quien decidió cambiar su discurso de las elecciones pasadas de cuando enfrentó a Ibarra, para convertirlo en un parlamento marketinero.
Macri no obtuvo el voto "automático" de los hinchas de Boca. Tampoco obtuvo el voto automático de los que no piensan (según Filmus). Tampoco el de los antikirchneristas. Ni siquiera de los que se sienten más cómodos con la derecha. Macri obtuvo el voto proveniente de la despolitización. Fue pensado, más que nunca, como un producto que se vende y que debe insertar en el lugar vació que dejó el mercado. Hasta el baile con la electa subjefa de Gobierno Gabriela Michetti fue perfectamente coreografeado. Todo golpe de efecto iba a ser necesario. Y lo fue. Y resultó. Y un 60 por ciento de los votantes compró. Macri no habló más de meter en cana a los cartoneros, pero sí habló con tono desganado cada vez que le hablaban de políticas o de derecha o izquierda. Y la gente también estaba desganada.
Esta derrota fue la política. De nadie más. Filmus puede estar tranquilo (sólo en ese sentido). Ahora el reto queda en Macri y su mentalidad empresaria. ¿Cómo hará para crear sustentabilidad política y económica? Hablan de ciertas cuestionas locales como si se pudieran arreglar en nuestra "islita". Durante el debate habían hablado de la serie "24". ¿Habrán querido decir "Lost"? ¿La solución para la seguridad en las villas porteñas es pavimentando, iluminando y mejorando al medio ambiente? ¿Y las políticas sociales? Si se logran crear la cantidad de escuelas, viviendas, hospitales y demás. ¿No sería un imán perfecto para que todos los habitantes de las provincias vengan a vivir acá?
Es hora de que se den cuenta de que la ciudad de Buenos Aires no está enmurallada. De que forma parte de un país y si no se realiza una reestructuración de fondo a nivel nacional y especialmente en conjunto entre la provincia de Buenos Aires y la Capital, es difícil que los cambios sean tangibles.

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