lunes, 27 de julio de 2015

La memoria como prevención (Parte I)

Civilización o Puntos Rojos

¿El ser humano se adapta a la ciudad o la ciudad se adapta al ser humano? La histeria que solemos adjudicar a la urbe, ¿va hacia nosotros o viene de nosotros?

Un tachero me dijo una vez, por ejemplo, que avenida Córdoba tiene un estado de ánimo propio. "Es como ciclotímica viste", me aseguró. Oscar (así figuraba en el cartel un tanto borroso que colgaba detrás de su asiento), me definió a la ciudad como un ser que mama de nosotros nuestra forma de ser y que se produce, por tanto, una sinergia que se da en algunos momentos especiales del día o de la noche.

Mientras nuestro trayecto seguía camino a casa, me iba contando sus teorías de una ciudad antropoforme en donde el tránsito, el caminar de la gente, la velocidad que los peatones le imprimen a sus piernas con el fin de asegurarse un segundo más en esta vida y la parsimonia de a quienes todos les importa uno o dos quinotos (nota al margen, creo que comí quinotos una sola vez en la vida).

En eso, pasamos por una esquina (y ahora se ven muchas con la misma característica) en donde pareciera que su asfalto tiene escarlatina o alguna otra enfermedad eruptiva. Por un momento creía que eso que dicen que los tacheros son los mejores sicólogos urbanos... era verdad. O al menos parapsicólogos. Sea como sea, vi manchas rojas en el pavimento, pero no representaban una transfiguración de la realidad metropolitana, por el contrario, era el reflejo de nuestra realidad efímera, cada mancha pretendía recordarnos las muertes de tránsito que se generan día tras día en nuestro país.
Según el subsecretario de Seguridad Vial, Manuel Izura, en Colombia fueron un poco más extremos y pintaron siluetas de personas sobre el asfalto. Por ahora, sólo verán los puntos rojos en las 20 esquinas que fueron testigos de la mayor cantidad de accidentes de tránsito en Buenos Aires.


Bueno, mi viaje terminó. Son... ¿12,72?. Mmm.

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