jueves, 30 de julio de 2015

@#$% !!!!

El improperio de las 17:35 en 31/05/2007

Siendo las 17:35 aproximadamente (me encanta escribir esta palabra completa), se cortó la luz, acá en la zona de Tribunales, mientras escribía un mini informe sobre el tongo (*) que hay sobre el manejo, control e irregularidades en la administración de la energía en el país por parte del Gobierno.

Pero, repito, se cortó la luz. Y, claro, perdí todo.

Pensé, por tanto, escribir un informe sobre cómo se me cortó la luz mientras escribía sobre los cortes de luz, pero ya me iba a poner excesivamente borgiano. Y ser borgiano, le salió a uno sólo.

(*) Considérese el uso de palabras poco elegantes debido al mal humor de este cronista.

martes, 28 de julio de 2015

Hoy hablamos sobre sistemas beacon


Lа formа en lа que аccedemos а Internet hа cаmbiаdo rápidаmente en los últimos аños como constаtа lа trаnsición vividа desde equipos de escritorio а los dispositivos móviles. Аhorа Internet se está expаndiendo de nuevo а grаn velocidаd, llegаndo а todos los dispositivos cotidiаnos que se encuentrаn en nuestros hogаres, negocios y ciudаdes, el Internet of everything. Un mercаdo con un potenciаl de crecimiento mаyor que lа combinаción de todos los negocios de móviles, tаblets y ordenаdores juntos y con posibilidаdes infinitаs grаciаs а los beаcons.


Uno de los dispositivos electrónicos que está аyudаndo а este crecimiento son los llаmаdos beаcons, que incorporаn lа tecnologíа Bluetooth Low Energy (BLE) y envíаn informаción а smаrtphones o cuаlquier otro dispositivo receptor, como relojes inteligentes, pulserаs de monitorizаción de nuestrа аctividаd físicа, smаrtTVs, coche conectаdos, etc.

¿Cómo funcionа un sistemа beаcon?

Beаcon, significа fаro en inglés. Hаciendo uso de un pаrаlelismo mаrítimo, nuestros móviles seríаn los bаrcos que vаn а identificаr lа señаl y el rаyo de luz de este fаro seríа el cаnаl por donde envíа los dаtos (el Bluetooth Low Energy). Аl iguаl que cаdа fаro emite un código diferente, el beаcon envíа unа informаción únicа y diferente de otros en función de su ID.

El mаrinero seríа unа аpp de nuestro móvil. El fаro emite un mensаje único. El bаrco recibe lа informаción, y el mаrinero interpretа esа informаción dotándolа de unа respuestа.

¿Beаcon, iBeаcon, UriBeаcon?
El término iBeаcon y beаcon se usа indistintаmente en el diseño web, аunque no tienen porque ser exаctаmente lo mismo, yа que el primero hаce referenciа аl protocolo de comunicаción y el segundo аl dispositivo hаrdwаre.

En esenciа, estа tecnologíа lo que permite es locаlizаr un beаcon en unа escаlа microlocаl y entregаr contenido hipercontextuаl pаrа los usuаrios en función de lа ubicаción.

En 2013 Аpple, definió un protocolo propio pаrа determinаr cómo debíа estructurаrse lа informаción (UUID/Mаjor/minor,Tx) que trаnsmite cаdа beаcon ‘bаutizándolos’ como iBeаcon. Por otro lаdo, Google cаmbió el concepto de UUID (código único de cаdа beаcon) de Аpple por unа URL o enlаce único, de аhí el nombre de uriBeаcon. En аmbos cаsos estаmos hаblаndo de diferentes pаquetes de informаción que pueden enviаr un mismo dispositivo beаcon.

Cаdа beаcon generа un trigger o dispаrаdor que ejecutаrá unа аcción en el terminаl receptor, pudiendo modificаr dichos dispаrаdores (pаquetes de informаción) en función de lа informаción que detecten sensores аdicionаles conectаdos аl beаcon. Por ejemplo, podemos tener el beаcon y lаnzаr mensаjes diferentes en función de lа temperаturа, o con un sensor de luz solicitаr que аpаguen los teléfonos los espectаdores  en unа sаlа de cine.


Аdemás su rаngo de trаnsmisión de hаstа 100 metros y cаrаcterísticаs de bаjo consumo (unа pilа de botón puede аlimentаrlo por dos аños), hаce de los beаcons un dispositivo ideаl pаrа el seguimiento de locаlizаción o lаnzаmiento de аcciones en interiores.

lunes, 27 de julio de 2015

La memoria como prevención (Parte I)

Civilización o Puntos Rojos

¿El ser humano se adapta a la ciudad o la ciudad se adapta al ser humano? La histeria que solemos adjudicar a la urbe, ¿va hacia nosotros o viene de nosotros?

Un tachero me dijo una vez, por ejemplo, que avenida Córdoba tiene un estado de ánimo propio. "Es como ciclotímica viste", me aseguró. Oscar (así figuraba en el cartel un tanto borroso que colgaba detrás de su asiento), me definió a la ciudad como un ser que mama de nosotros nuestra forma de ser y que se produce, por tanto, una sinergia que se da en algunos momentos especiales del día o de la noche.

Mientras nuestro trayecto seguía camino a casa, me iba contando sus teorías de una ciudad antropoforme en donde el tránsito, el caminar de la gente, la velocidad que los peatones le imprimen a sus piernas con el fin de asegurarse un segundo más en esta vida y la parsimonia de a quienes todos les importa uno o dos quinotos (nota al margen, creo que comí quinotos una sola vez en la vida).

En eso, pasamos por una esquina (y ahora se ven muchas con la misma característica) en donde pareciera que su asfalto tiene escarlatina o alguna otra enfermedad eruptiva. Por un momento creía que eso que dicen que los tacheros son los mejores sicólogos urbanos... era verdad. O al menos parapsicólogos. Sea como sea, vi manchas rojas en el pavimento, pero no representaban una transfiguración de la realidad metropolitana, por el contrario, era el reflejo de nuestra realidad efímera, cada mancha pretendía recordarnos las muertes de tránsito que se generan día tras día en nuestro país.
Según el subsecretario de Seguridad Vial, Manuel Izura, en Colombia fueron un poco más extremos y pintaron siluetas de personas sobre el asfalto. Por ahora, sólo verán los puntos rojos en las 20 esquinas que fueron testigos de la mayor cantidad de accidentes de tránsito en Buenos Aires.


Bueno, mi viaje terminó. Son... ¿12,72?. Mmm.

jueves, 23 de julio de 2015

Día del Periodista

Feliz Día del Periodista

El día del periodista tiene su origen en la fundación del diario La Gazeta de Buenos Ayres por parte de Mariano Moreno el 7 de junio de 1810. Sí, apenas unas semanas después de la Revolución. Otros redactores conocidos fueron Manuel Belgrano y Juan José Castelli.

Ahora bien, dejando las referencias históricas de lado, podríamos detenernos en las distintas celebraciones u homenajes que se brindarán (como la misa anuncia en el sitio de la Agencia Informativa Católica Argentina); pero en este caso opto por un homenaje más directo y sentido a la vez. Transcribiré a continuación un artículo realizado por el periodista argentino Rodolfo Walsh (1927-1977) que se balancea entre la crónica periodística y la literatura. Este texto llega a mis manos gracias a la memoria de otro colega, Ulises Muschietti, quien encontró el texto que había sido publicado póstumo en el '89 y lo compartió con nosotros.

El texto de Walsh, Calle de la Amargura número 303, es un homenaje en sí. Es un ciclo que se cierra. Es la amalgama perfecta de un perfil, de una crónica y de una narración impecable con sólo unos datos, un nombre y la historia de un viaje. Un periodista que habla de otro periodista. Oficios que se conocen, dolores que se comparten, sueños que se relatan. Éste es mi homenaje.


Calle de la Amargura número 303
Por Rodolfo Walsh
Estoy leyendo en la gran revista Time el vivido, colorido, casi entusiasta relato del exterminio de los invasores de Haití. Pienso qué bueno seria poder escribir así, con tal precisión de adjetivos. Y tal vez para ejercitarme, para asimilar algo de esa maestría, vuelvo a mis viejos tiempos de traductor:

"La semana pasada una de las compañías tácticas de Duvalier se acercó sigilosamente a la fuerza invasora de 30 hombres que, procedente de Cuba, había desembarcado quince días antes.

Hartos, ahítos, atragantados (la revista usa una sola palabra, gorged, pero a mí, que soy mal traductor, me hacen falta tres para conferirle su sentido integro), atragantados con un festín de cabrito asado que se dieron, la mayoría de los invasores murió sobre el terreno bajo el fuego fulminante de los fusiles automáticos".

Aquí me detengo y pienso si será la pobreza del idioma castellano, que no tiene palabras como gorged (que en seis letras insinúa tantas cosas como glotonería, avidez y general saciedad) lo que nos impide escribir tan bien, pero tan bien, como la revista Time.

Mientras me prometo estudiar el sistema, aparece un hombre bajito, canoso, que habla tristemente y habla demasiado, porque la verdad es que todos hablan demasiado hoy, con este calor, y para colmo tengo que escribir sobre alguien que no conocí y que (venia pensando), probablemente no era nadie, pero es alguien porque se murió. Se llamaba Jean Pasel, y por qué me tocarán estas cosas a mí.

Pero el hombre canoso, bajito, abre una bolsa de cartón, mientras habla, y de la bolsa saca una camisa celeste con los puños ligeramente sucios, y un saco liviano a cuadros, que maneja con temor en la punta de los dedos. La etiqueta de la camisa dice: "Raitor, Corrientes 572".

Entonces lo miro y dice:

– Son cosas de Jean.

Debajo de la camisa y del saco hay dos grandes carpetas llenas de papeles. El primero que viene a mis manos es uno que dice:

Jean Pasel
Calle de la Amargura 303

Jean Pasel debía noventa dólares en el hotel Nueva Isla de La Habana, y otros cincuenta y ocho en el hotel Nueva Luz, de la calle Amargura. En el primero tienen su ropa de invierno, que debió dejar en prenda, y en el segundo el resto de su equipaje.

Estoy preguntándome si conviene divulgar estos detalles, pero después pienso que no tengo por qué mentir. No tengo por qué decir que Jean Pasel era un extraordinario periodista o que había llegado a la cima del triunfo. La verdad es que estaba completamente tirado y eligió irse a morir a una isla de fiebres y de negros, donde se lo comen los buitres. De todas maneras uno de sus papales, publicado en algún diario del Caribe, dice entre otras cosas de un tremendo candor: "Creo en el periodismo, profesión noble que practicada con altruismo permite devolver a la sociedad una parte de lo que de ella recibimos". Si él creía en eso, tal vez no esté arrepentido de su destino.

Una foto suya que viene en otro sobre me asegura de Jean Pasel era demasiado flaco, demasiado esquelético y flaco, para atosigarse con el cabrito de Time. Tenía una linda cara, algo triste y envejecida, de porteño que ya está de vuelta de todo.

Después sale del paquete un banderín con la imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Y la foto de una muchacha, y esa colección de recortes de diarios, cartas, artículos y proyectos de artículos de la cual un periodista no se separa aunque haya tenido que separarse hasta de la ropa. Entre las cartas hay tres de Arturo Frondizi, fechadas en octubre de 1955, junio de 1957, noviembre de 1957. Son mensajes de circunstancia, escuetos, acusando recibo de algunas colaboraciones periodísticas cuyos recortes Jean Pasel hizo llegar al entonces candidato.

"Le agradezco sus conceptos sobre Petróleo y Política –dice la de noviembre de 1957– y me complace pensar que he colaborado en la medida de mis fuerzas al mejoramiento de la realidad económica latinoamericana...".

Otros papeles van dando idea de la infortunada trayectoria de Jean Pasel en los últimos años. Se ve que había llegado a la etapa en que recorría las redacciones con la lista mecanografiada de sus antecedentes periodísticos. Que los tenia, y muy honrosos, aunque en ultima instancia no le hayan servido de nada, como suele suceder en este oficio.

En Argentina debió sufrir la estúpida persecución de infligió el peronismo a los periodistas que se le oponían. A partir de 1946 fue director del diario Bragado en el pueblo del mismo nombre, donde había nacido. En 1949 se lo clausuraron. Fundó entonces otro periódico que se llamaba Por Todos. También se lo clausuraron en 1951.

Juan Carlos Chidichimo Poso (que tal era su verdadero nombre) se desacató y lo condenaron a cinco años de prisión. Pudo exiliarse en Montevideo, donde trabajó en las radios Ariel y El Espectador y en los diarios Acción y La Calle. Pasó al Brasil, a la fogosa Tribuna de Imprensa que dirige Carlos Lacerda.

De allí fue a Venezuela. La dictadura de Pérez Jiménez lo expulsó a Colombia, donde también se vio sometido a penurias y persecuciones. Refugiado en Panamá, le retuvieron el pasaporte hasta que periodistas panameños intercedieron por él.

A Cuba vino Jean Pasel a respirar un aire más libre. Consiguió un trabajo en televisión, dio conferencias en La Habana y en Cienfuegos. Algunos diarios cubanos le hicieron reportajes y le abrieron sus páginas. Todo eso no bastaba para vivir en una de las ciudades más caras de América.
Además es probable que Jean Pasel trajese el ánimo trabajado por la desventura. Hombre apasionado por Latinoamérica, en su larga peregrinación por ella no había visto más que dolor y miseria. De ahí tal vez lo que dice uno de sus papeles que tengo a la vista, quizás un artículo que tenia en proyecto: "Buscarle sentido a la vida no sólo es inútil, es injusto y casi indecente". Otras expresiones suyas, que estamos hojeando al azar, tienen un tono semejante.

Sin embargo, en sus últimos días volvió a presentársele al gran espejismo de cualquier periodista de raza, el reportaje que en un sólo día hace circular un nombre por todos los rincones del continente, el articulo en cuyo honor vibran los teletipos. Se enteró, quien sabe como, de que una aventurera expedición zarpaba rumbo a Haití. Sin más que lo puesto, el pantalón y la blusa que escaparon a los hoteleros, se embarcó.

Antes de irse estuve en esta redacción, según me cuentan. Iba a mandarnos un gran reportaje de algo muy importante, que ni siquiera quiso decir.

La aventurera expedición estuvo condenada antes de zarpar.

Internacionalmente comprometió a Cuba, quien fue su punto de partida aunque nada tenía que ver, a tal extremo que Fidel Castro se vio obligado a censurarla antes que nadie, apenas se enteró.

Después vino el aniquilamiento, aprovechando el "hartazgo" producido por el festín de cabrito, según la histórico frase de Time.

Nada de lo que se dijo puede alcanzar a Jean Pasel. Como periodista, su deber era estar donde estaba la noticia. Y estuvo.

Aunque no nos mandara el gran reportaje ni escribiera tan bien, pero tan bien como la revista Time.

miércoles, 22 de julio de 2015

Civilización & Barbarie

"¡Al fin se va a poder caminar tranquilo por la Av. Corrientes!"

Cuando una modificación se realiza en algún lugar de la Ciudad de Buenos Aires, no siempre gusta a todos. En el momento en que había visto que estaban ensanchando las veredas de la avenida Corrientes pensé: "al fin se va a poder caminar tranquilo por esta avenida del coño".

Esta no es la primera remodelación que se hace en la arteria porteña. Después de denominarse Calle del Sol en el siglo XVII, Calle San Nicolás (1738), Calle De Incháurregui (1808), en 1822 se la bautizó como "Corrientes". En 1936 dejó de ser una calle y pasó a ser una avenida. El 12 de octubre de ese año se terminó su ensanche, en el tramo comprendido entre Florida y 25 de Mayo.

Recordé que desde siempre transitar esa avenida era un tedio debido a la infinidad de lugares de acceso y salida de gente de forma permanente. De noche: teatros, cabarulos disfrazados de edificios viejos, cines, bares, etc. De día: restaurantes varios, locutorios, kioscos, bancos, ¡librerías!, dependencias oficiales, centros culturales y cabarulos disfrazados de edificios viejos. La gente allí siempre se movía con celeridad, por placer o por deber. Pero se movía.
Hoy por hoy el TURISMO siempre es una excusa para lo que sea. Un ejemplo: hay proyectos para limitar a la Guardia Urbana como ayuda para el turista ya que, según se comenta en un sector opositor de la Legislatura, "no se podía tapar más que no hacían nada", salvo tocarle el pito a transeúntes desprevenidos -interprétese a piacere-. El turismo pues ha servido como uno de los pilares para la ampliación de las veredas "correntinas".

Y aquí comenzaron los problemas, ya que voluntad siempre hay mucha, pero control muy poco. El carril de asfalto que se transformó en vereda, no amedrentó a los que estacionaban en cualquier momento y cualquier lugar. Por lo que la avenida (y la calle Uruguay también) no perdieron un solo carril automovilístico, perdieron dos.

¿Qué pudo pasar entonces?

Que los humanos tenemos una suerte de instinto territorial muy especial. No importa si se trata de una caverna, una casa, una silla de la oficina, un banco en una escuela o facultad, una taza o unos centímetros de arena en la playa. Es NUESTRO. Ese territorio es nuestro. Y basta con que una silla mejor que la nuestra esté libre para que nos pasemos de lugar. Pues bien, esto ocurrió con las nuevas baldosas. Aparecieron los neo-ocupas. Aparecieron las mesas para los adictos a la nicotina.

Pero desde que descubrieron que tenían dos metros más en Av. Corrientes, que vos, yo y tu mamá pagaron con impuestos, ahora son el "local" de estos armadores de trencitas, vendedores de fotos del Che Guevara, artesanos de pipas de cannabis y consumidores de bar en el nuevo "sector fumadores". Alfombras, lonas, sábanas, mesas, sillas.
Al demonio la placentera caminata que me hube imaginado. Sólo duró 2 meses.

ZIG ZAG. Supongo que "zig zag" debe venir del ruso y seguro significa: "te jodiste, hermano, esquivá todo, callate y seguí p'adelante". Zigzageando es como hay que caminar ahora por esta avenida. Nunca más para adelante. Esquivando mesas, esquivando piernas estiradas de algún fumador de alguna de estas mesas, esquivando sábanas y esquivando lonas.

Datos para no olvidar: la reforma tuvo un costo aproximado de 2.500.000 de pesos y la planificación de esto viene de cuando Fernando de la Rúaera nuestro jefe de Gobierno. Por su parte, en la "Asociación Amigos de la Calle Corrientes" tienen opiniones encontradas, ya que por un lado aseguran que el 80% de los comerciantes están a favor pero por otro no pueden negar la complicación para el tránsito vehicular.

Escala de Grises y Amistad

"Los grandes retratos de Nadar"

Tal vez el nombre del francés Félix Nadar (1820-1910) no les diga nada y mucho menos su verdadero nombre: Gaspard Félix Tournachon. Pero sí es conocido el refrán que dice "dime con quién andas y te diré quien eres". Ésa es la razón que nos lleva a este personaje cuya pasión por la fotografía nos permite conocer, casi 150 años después, los retratos de artistas como Julio Verne, Charles Baudelaire, Edouard Manet, Alexandre Dumas, Eugène Delacroix, Victor Hugo, George Sand, Ivan Turgueniev y Emile Zola.

La muestra es en el Centro Cultural Borges, comenzó el 12 de este mes y termina el 15 de agosto. La entrada cuesta 6 pesos y 3 para estudiantes. Las fotos son cerca de 60 y merecen la pena ser visitadas ya que... ¿quién de nosotros tiene la chance de ser visitado continuamente por más de 15 amigos artistas reconocidos y que se dejen fotografiar por nuestra cámara amateur en nuestra propia casa?

Centro Cultural Borges
Viamonte y San Martín
Buenos Aires - Argentina
Horario: lun-sáb 10 a 21 hs.
Entrada general: $6 (estud. y jub. $3)

Nuevo Jefe de Gobierno

Despolitización y Mentiras
Las elecciones del pasado 24 de junio en la Ciudad de Buenos Airesfueron objeto de análisis provenientes, quizás, de la necesidad imperiosa y mediática de hacer una lectura rápida de la información.
Los datos crudos: ganó Mauricio Macri, perdió Daniel Filmus y la diferencia fue de 20 por ciento entre ambos candidatos a jefe de Gobierno.
¿Qué fue lo que obtuvimos del periodismo gráfico, de los medios y de los jefes de prensa del gobierno nacional y del gobierno porteño?
Lo de siempre:
  • Que en realidad perdió Nestor Kirchner porque Filmus era su títere (¿recuerdan cuando decían que Kirchner no era más que la marioneta de Eduardo Duhalde?).
  • Que Macri es el nuevo jefe de la oposición habiendo ganado sólo en la Capital, cuando la disolución de los partidos políticos y de los ideales hace que no exista una sola oposición conglomerada.
  • Que la derrota es de Kirchner, cuando la derrota fue de la Política en general (en mayúscula)
  • Que cuando en la primera vuelta perdió Telerman al obtener el tercer lugar en la votación, muchos hicieron notar que el apoyo de Elisa Carrió no valió para nada. Mientras que Kirchner pretendió apoyar a Filmus minimizando en realidad sus chances de ganar. ¿Cómo queda el niño que va perdiendo una pelea con otro niño cuando su madre o padre tiene que salir a defenderlo? Esto fue advertido por los allegados a Kirchner pero ya era demasiado tarde.
¿Qué se puede decir entonces sin que un análisis suene tendencioso?
En la pregunta está la respuesta. En que no hay tendencias, no hay líneas políticas, no hay soluciones de fondo para la crisis social y económica que aún sobrelleva la ciudad y el país. Es lindo saber que la hiperinflación aún no llegó. Es agradable leer que al país (es decir, a un 3 por ciento del país) le está yendo bárbaro y no para de crecer. Que la distribución de la riqueza no se escucha más. Que el discurso preterista del presidente ya está cansando. Que ya estamos cansados de la dinastía. Que nadie quiere que el país entero se convierta en otro feudo o en otro caso de caudillismo como el que se pretende imponer en las próximas elecciones nacionales. Que la gente se cansó de la política.
¿Y el "que se vayan todos"? Bueno, no se habrán ido, pero al menos se disgregaron. Radicales kirchneristas, peronistas macristas, y demás casos de eclecticismo. ¿Será que la gente está harta de la política? ¿Será que la gente está despolitizada? Esto parece haber sido interpretado por el equipo de Macri quien decidió cambiar su discurso de las elecciones pasadas de cuando enfrentó a Ibarra, para convertirlo en un parlamento marketinero.
Macri no obtuvo el voto "automático" de los hinchas de Boca. Tampoco obtuvo el voto automático de los que no piensan (según Filmus). Tampoco el de los antikirchneristas. Ni siquiera de los que se sienten más cómodos con la derecha. Macri obtuvo el voto proveniente de la despolitización. Fue pensado, más que nunca, como un producto que se vende y que debe insertar en el lugar vació que dejó el mercado. Hasta el baile con la electa subjefa de Gobierno Gabriela Michetti fue perfectamente coreografeado. Todo golpe de efecto iba a ser necesario. Y lo fue. Y resultó. Y un 60 por ciento de los votantes compró. Macri no habló más de meter en cana a los cartoneros, pero sí habló con tono desganado cada vez que le hablaban de políticas o de derecha o izquierda. Y la gente también estaba desganada.
Esta derrota fue la política. De nadie más. Filmus puede estar tranquilo (sólo en ese sentido). Ahora el reto queda en Macri y su mentalidad empresaria. ¿Cómo hará para crear sustentabilidad política y económica? Hablan de ciertas cuestionas locales como si se pudieran arreglar en nuestra "islita". Durante el debate habían hablado de la serie "24". ¿Habrán querido decir "Lost"? ¿La solución para la seguridad en las villas porteñas es pavimentando, iluminando y mejorando al medio ambiente? ¿Y las políticas sociales? Si se logran crear la cantidad de escuelas, viviendas, hospitales y demás. ¿No sería un imán perfecto para que todos los habitantes de las provincias vengan a vivir acá?
Es hora de que se den cuenta de que la ciudad de Buenos Aires no está enmurallada. De que forma parte de un país y si no se realiza una reestructuración de fondo a nivel nacional y especialmente en conjunto entre la provincia de Buenos Aires y la Capital, es difícil que los cambios sean tangibles.

Elige tu propia aventura sexual

i amigo personal (siempre quise decir esta pavada en algún medio), el escritor Pablo Alí, acaba de ver publicado uno de sus cuentos junto a otros excelentes escritores en la compilación llamada "En celo". El relato de Pablito se llama "Y el domingo descansó". El concepto que gira en torno al libro es, naturalmente, el sexo pero en alguna de sus tantas variantes. El tema elegido fue "onanismo".

Acerca de Alí: En 2005 su primera novela, "Clody", obtuvo el segundo premio del "Primer Certamen de Novela Joven de la Fundación Aerolíneas Argentinas - Siglo XXI"). Dicha novela, cuya publicación había sido prometida para hace unos cuantos meses, aún está pendiente del gran lanzamiento. Los lectores estamos ansiosos.

Lo recomiendo y, si bien su precio me parece un tanto excesivo, sugiero que lo agenden para la próxima compra lujuriosa. La compilación fue realizada por el escritor y periodista Diego Grillo Trubba.

En la foto se observan la tapa y contratapa del libro que ya se consigue en las principales librerías de la ciudad. Ideal para vos, que siempre quisiste leer cosas cochinas más allá del Marqués de Sade.

Brevedad

La omisión del querer

Pensar tal vez que las querencias ya han sido desalojadas de nuestro diálogo... es mucho decir. Los modismos y las muletillas al hablar son instancias del lenguaje oral que se impregnan tanto como el olor a cigarrillo en nuestro pelo.

No son pocas las veces en que alguien nos remarca, quizá con algo de burla, que nuestras expresiones han tomado algunas palabras prestadas del discurso de otra persona. En este sentido, estragos está produciendo la imperialista expansión de la Nada. No, no me refiero a la Historia Sin Fín. Tampoco a Kevin Johansen. Sino a la insólita mundialización cultural del nadaísmo que lleva a toda persona que carece de la voluntad de usar conectores, pronombres, artículos, preposiciones y conjunciones, a sustituirlos por un invaluable comodín: nada. Ej.: "Y, nada... escribiendo... pensando sandeces... o sea... nada, bien".

Pero lo que me lleva a tirar unas letras sobre lo blanco, es la extraña omisión de la palabra querer. La caprichosa ambición de una palabra que, merced a su libre albedrío, decide llamarse a silencio. Estoy consternado. En una semana, ya escuché a varias personas formular oraciones como:

"Decir, por ejemplo, que las políticas del..."
"Organizar, con el correr del día..."
"Comentarles, que de lo que nos ocuparemos...".


No es por alarmar al noble lector de este blog, pero la lenta y disimulada llegada del apocalípsis ha comenzado. Y por la palabra y el concepto del "querer". ¿¿¡¡ Qué seguirá Dios Mío !!?? ¿¿¡¡Qué!!??

En la próxima edición del nadaísmo, incorporaremos algunos conceptos aportados por Gilles Lipovetsky.